Oposición ve en política de ciencia proceso destructivo; lamentan recortes
Legisladores alertan de la actitud de cerrazón que ha prevalecido en el Conacyt y aseguran recibir reiteradas quejas por parte de investigadores
La comunidad científica mexicana afronta una cruzada ideológica, pérdida de recursos en 40% y la pretensión de una reforma centralista y maniquea.
Así lo advirtieron legisladores de la oposición al evaluar el encuentro vía Zoom que sostuvieron con la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, el 4 de agosto.
En espera de concretar la mesa de trabajo que se le propuso a la funcionaria para atender solicitudes de la comunidad y diseñar la futura ley en la materia, diputados y senadores alertan sin embargo de la actitud de cerrazón que ha prevalecido y aseguran recibir reiteradas quejas por parte de investigadores que experimentan temor a denunciar frente a las reacciones de las autoridades.
Carlos Ramírez Marín (PRI), presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología en el Senado, afirma que la reunión con Álvarez-Buylla dejó en claro que, bajo una expresión nacionalista, se justifica “el intento de hacer una ideología dominante, del manejo de la ciencia en México: si no piensas como nosotros, estás fuera”.
Detalló el exsecretario de Estado que la justificación de la directora es que son muy pocos los integrantes de la comunidad que se quejan, en comparación con los más de 14 mil científicos que no lo hacen.
“Sí, pero lo que no dice es cuáles han sido los mecanismos de presión, que han generado bastante temor en ese sector”, indicó el experimentado legislador.
Ramírez Marín consideró que la reunión de hace 10 días, aun cuando fue “de claroscuros”, arrojó 3 acuerdos relevantes y puntuales: Álvarez Buylla se comprometió a recibir a quienes a integrantes inconformes de la comunidad científica que vienen solicitando que los reciba; “dijo que no iba a tener ninguna restricción a reunirse con senadores y diputados para escuchar sus manifestaciones y darles una respuesta.
“Y reconoció que todavía falta un proceso para la ley, y que ese proceso es insalvable, que las consultas y foros que haya hecho Conacyt, de ninguna manera van a sustituir el trabajo que tienen que hacer senadores y diputados, que por eso decidimos trabajar en conjunto”, reseñó el senador.
Ramírez Marín dijo tener todavía la esperanza que como resultado de un trabajo compartido, pueda contarse con un diseño que realmente impulse a la ciencia, proteja a los investigadores y no deje fuera a nadie.
“Porque, ¿qué es esta pretensión de una ciencia nacionalista en contra de una ciencia neoliberal? Este maniqueísmo es una fantasía. Además de ser anacrónico, en materia científica es un enorme riesgo. En la ciencia las cosas se valoran por su mérito; no por su declaración ideológica”, definió.
“Es un gravísimo riesgo cerrarnos, calificar, etiquetar y la directora lo hizo varias veces a lo largo de la reunión. Fue muchísimo más agresiva ella en esta condición, en este etiquetado que los legisladores, que tuvieron una conducción estupenda y una educación fantástica en 5 horas y media de reunión”, describió.
FIDEICOMISOS A LA “LICUADORA”
Lamentó el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología en el Senado que, como lo confirmó la titular del Conacyt ante los legisladores, éste regresó más de 22 mil millones de pesos de los fondos y fideicomisos que había en la materia “a la licuadora” de los recursos públicos.
Cuestionó Ramírez Marín por qué no se aplicaron a la ciencia. “Esto no tiene justificación, no tiene explicación y no hay gráfica que lo sustente.
Simple y sencillamente le pidieron el dinero y lo entregó, se regresó a la Tesorería. Lo que me parece más criticable es que hablen de ahorro en un área que forzosamente necesita inversión. Nos están diciendo: me sobraron 22 mil millones y los regresé. Como si aquí no hicieran falta. Es una gravísima responsabilidad de la dirección actual del Conacyt”, enfatizó el legislador priista.
En cuanto a la veracidad de los señalamientos de la funcionaria, el diputado federal Juan Carlos Romero Hicks (PAN) expuso que su señalamiento de que el Estado “entregó 45 mil millones de pesos a empresas transnacionales para hacer ciencia neoliberal” no tiene sustento en las cifras públicamente registradas en torno al cuestionado Programa de Estímulos a la Innovación (PEI).
El exdirector adjunto del Conacyt, exrector y exgobernador de Guanajuato, detalló que el PEI ejercía poco más de 55 mil millones de pesos: 26 mil millones fueron de recursos públicos y 29 mil millones de pesos, aportados por empresas.
“De los 6 mil proyectos financiados por el PEI sólo 843 se realizaron para empresas mexicanas y transnacionales, recibiendo estas últimas 7 mil 564 millones de pesos del Conacyt, y aportando a su vez 14 mil 745 millones de pesos”, analizó el parlamentario.
“De los 7 mil 564 millones de pesos aportados por el Conacyt, 3 mil 481 millones de pesos se transfirieron a instituciones públicas, universidades, centros públicos de investigadores e institutos tecnológicos y 4 mil 83 millones a la iniciativa privada, lo que significa una cantidad 10 veces menos de lo que se aseveró”, contrastó.