Bebés en camilla de aluminio para no morir de frío en el asediado hospital de Gaza
Al Shifa, el mayor hospital de la Franja, epicentro de la catástrofe humanitaria de los palestinos por la venganza israelí
El Hospital Al Shifa de Gaza, el mayor de la franja, se ha convertido en el epicentro de la catástrofe humanitaria que sufre la Franja de Gaza, sometida a bombardeos diarios israelíes, desde el ataque terrorista de Hamás, el pasado 7 de octubre.
En las últimas 24 horas continuaron los bombardeos y enfrentamientos armados entre soldados israelíes y milicianos palestinos en los alrededores del hospital asediado, donde murieron este lunes tres enfermeras, indicó Naciones Unidas, que anteriormente había denunciado la muerte de dos bebés prematuros y otros diez pacientes en la instalación.
En Al Shifa, bajo el cual Israel sitúa el nudo de la red de túneles que utilizan los terroristas palestinos, aún hay unos 650 pacientes y miles de civiles que se refugian de los bombardeos.
Situación “extrema y peligrosa”
El hospital “ya no está funcionando” como tal, ha advertido el director general de la Organización Mundial para la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“La situación es extrema y peligrosa. Van ya tres días sin electricidad, agua y una conexión de internet muy mala que ha afectado gravemente a nuestra capacidad de proveer atención médica básica. Los constantes disparos y bombardeos han exacerbado las condiciones ya críticas”, señaló en la red social X.
Un cirujano del centro, Ahmed El Mokhallalati, habla de “cerco completo”: “Han bombardeado los depósitos (de agua), los pozos, las bombas de oxígeno. Le decimos a todo el mundo que el hospital no es ya un lugar seguro para tratar pacientes”, señaló.
Camillas de aluminio
A falta de incubadoras, que dejaron de funcionar el fin de semana por falta de electricidad, las autoridades sanitarias gazatíes difundieron fotos en las que muestran a una decena de bebés juntos en una camilla cubierta con papel de aluminio para tratar de mantener su temperatura corporal.
Según el informe diario de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, los últimos ataques provocaron daños en la zona de atención a enfermedades cardiovasculares y en la maternidad, entre otras instalaciones del hospital en Ciudad de Gaza, la capital de la franja.
Paciente y personal atrapados
«Algunos desplazados internos, personal y pacientes han conseguido huir, pero otros siguen atrapados dentro», subraya el documento, recordando que está en riesgo la vida de 36 bebés prematuros y pacientes con problemas renales en diálisis.
El informe de la ONU recuerda que hospitales y personal médico están específicamente protegidos por la ley humanitaria internacional, por lo que no pueden ser objetivos de ataques militares, y operaciones en ellos o sus alrededores deben tener especial cuidado en proteger a pacientes, sanitarios y otros civiles.
El ejército israelí alega para mantener el asedio que grupos armados operan en Al Shifa y en túneles subterráneos bajo las instalaciones, algo que niega el Ministerio de Salud de Gaza, que demanda una investigación independiente de este tipo de ataques a zonas sanitarias.
Asismismo, asegura que ha abierto un corredor para que pacientes y personal abandonen el hospital de Al Shifa, pero que según informes de la OMS algunos de los que huían fueron alcanzados por disparos.
También ha habido intentos de las fuerzas israelíes de entregar combustible al hospital para alimentar servicios de urgencia, que al parecer han rechazado los responsables de la instalación, sosteniendo que sólo aceptarán donaciones de este tipo a través del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Récord histórico de personal de la ONU asesinados
Los intensos bombardeos han matado desde el 7 de octubre más de 11,240 personas, entre ellos 4,630 menores y 3,130 mujeres, según el balance difundido este lunes por el Ministerio de Sanidad del enclave, que señaló durante el fin de semana sus dificultades para acceder a los cadáveres y actualizarlo.
Entre esas víctimas hay al menos 101 trabajadores de la UNRWA, lo que supone la mayor cifra de víctimas que las Naciones Unidas ha tenido en un conflicto desde su creación a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Las bombas también han reducido barrios enteros a escombros. Más de la mitad de los edificios están dañados, y cientos de miles de personas no pueden regresar a sus hogares. Por órdenes del ejército israelí, la mayoría se han desplazado al sur, la única zona en la que Israel permite una muy limitada ayuda humanitaria que no incluye combustible.