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El primer ministro haitiano, Ariel Henry, cada vez más aislado en medio de la ola de violencia

La crítica situación de Haití se sigue de cerca en Nueva York, donde el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) se reunió a puerta cerrada el miércoles 6 de marzo para debatir la escalada de violencia en el país.

Con el líder de la banda Jimmy Chérizier, apodado “Barbacoa”, advirtiendo de que el país se dirigía directamente hacia la guerra civil y el genocidio si Ariel Henry no dimitía, el Consejo de Seguridad de la ONU celebró una reunión de emergencia el 6 de marzo.

Jamaica, Kenia y Haití se unieron a los debates a puerta cerrada. Hicieron balance de las próximas etapas del despliegue de la misión multinacional, que lleva mucho tiempo retrasado por el sistema jurídico keniano, y cuya financiación aún no se ha concretado, a pesar de que todo el mundo es consciente de la urgencia de la situación.

Además, el Consejo no se ha pronunciado sobre el callejón sin salida en el que se encuentra Ariel Henry. Un impasse logístico, con pocos países que acepten acogerlo y ninguno que lo traiga de vuelta a Haití, y un impasse político: “Barbacoa” ha amenazado a la comunidad internacional en caso de que siga apoyando al Primer Ministro. La CARICOM (Comunidad del Caribe) parece decidida a dejar de apoyarlo.

Y aunque Estados Unidos dice que no le presiona para que dimita, Washington ha pedido oficialmente a Ariel Henry que “acelere la transición” hacia unas “elecciones libres y justas”, sugiriendo concesiones en interés del pueblo haitiano.

Las bandas criminales que controlan la mayor parte de la capital, Puerto Príncipe, y las carreteras que conducen al resto del país, han atacado en los últimos días lugares estratégicos de este país caribeño: la academia de policía, el aeropuerto y varias cárceles, de las que se han fugado miles de presos.

Entre la violencia, la crisis política y años de sequía, unos 5,5 millones de haitianos (aproximadamente la mitad de la población) necesitan de asistencia humanitaria externa.

El llamamiento de la ONU a financiar 674 millones de dólares este año para ayudar a Haití, el país más pobre de América, apenas logró recaudar el 2,5% del total.

Según Naciones Unidas, el número de homicidios se ha más que duplicado en 2023, con casi 5,000 personas asesinadas, entre ellas 2,700 civiles.