Episcopado Mexicano pide a fuerza pública garantizar ambiente electoral de paz
Refiriéndose a Sedena, Marina y Guardina Nacional, refirió que no debe haber excepciones en cuanto a un clima adecuado para ir a urnas
La Conferencia del Episcopado Mexicano planteó que la Sedena, Guardia Nacional y Marina deben garantizar “sin excepción alguna” un ambiente de paz, para evitar por motivos electorales, las agresiones, los atentados y los lamentables asesinatos de candidatos, políticos, familiares, periodistas y demás ciudadanos. “La seguridad deberá estar garantizada en todos los rincones del país el próximo domingo 2 de junio, sin excepción alguna”, señaló la CEM en un mensaje con motivo de la elección del 2 de junio.
Los mexicanos merecemos, dijeron los obispos de la Iglesia Católica en un comunicado, “una jornada histórica que, con una nutrida participación ciudadana, fortalezca la paz y el desarrollo de nuestro país; sin embargo, agrega, también sabemos ya de algunos riesgos que amenazan la estabilidad democrática mediante la violencia criminal que, al mismo tiempo, afectan la libertad ciudadana. Estamos a tiempo de evitarlos confiando en la fortaleza de las instituciones electorales y en la honestidad de todos los candidatos.
A los candidatos y partidos les señalaron: Los verdaderos demócratas deberán reconocer los resultados sin apasionamiento, dejando de lado intereses meramente partidistas y conductas egoístas, poniendo por delante el bien común de nuestro México.
“Toca a las autoridades un correcto desempeño en sus responsabilidades para garantizar la participación ciudadana. “Es necesario que los distintos actores políticos sin excepción, comenzando por las autoridades y siguiendo con los candidatos, partidos y ciudadanos cumplamos las Leyes y las Normas en materia electoral.
Para el Instituto Nacional Electoral (INE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FISEL) le pide actuar con apego a la imparcialidad y la justicia, con ética y competencia profesional, para garantizar que el proceso se desarrolle con plena legalidad y con oportuna corrección de las anomalías que pudieran presentarse.
“Creemos que el peor de los escenarios, el que mayormente debemos evitar, es aquel en el que el crimen organizado y otros grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral, en cualquier lugar y momento. La democracia electoral mezclada con la delincuencia es un binomio totalmente inaceptable, es un signo de la más deplorable corrupción que se debe evitar a toda costa”, expresaron los obispos.
Al final de su mensaje señala: “Por ningún motivo se puede justificar y mucho menos entrar en complicidad. Las condiciones por las que atraviesa el país desafortunadamente no son las mejores, pues es evidente que, desde hace tiempo, nuestros problemas son muchos en materia de seguridad, desigualdad social, crecimiento económico, insuficiente empleo formal y digno, cobertura y calidad educativa y de salud, migración, polarización social”.
